Consumido en los cinco continentes, este producto ha ido evolucionando hasta contar con mil y una variedades. Así, en los mercados podemos encontrar yogures naturales, desnatados, con frutas, con cereales, con extracto de soja... Pero si eres de las personas que siguen prefiriendo hacer el yogur en casa (opción que, desde luego, te supondrá un ahorro) conviene que tengas en cuenta las siguiente cuestiones:
Evita usar leche cruda; hiérvela y luego deja que se temple. Si observas que la marca de leche que utilizas no es apta, puede deberse a que haya sufrido un tratamiento especial y lo más fácil es cambiar a otra marca.
Si en vez de comprar los fermentos liofilizados optas por un yogur de los que venden, elige los que vienen en cristal y luego ya utiliza uno de fabricación casera.
Si vas a hacer poca cantidad y no vas a utilizar un yogur entero, remuévelo antes para que los dos fermentos que contiene se mezclen.
En la leche ya templada vertemos el yogurt y removemos bien que se mezcle (la leche debe estar mas caliente que fria, de manera que al meter un dedo lo notemos caliente pero que no queme)
Si nos gusta el yogurt mas espeso hay que añadir a la mezcla leche en polvo.
En la misma olla que lo hemos preparado se tapa bien con la tapa y se envuelve la olla muy bien en una manta y se deja en un lugar cálido toda la noche. (La manta mantiene el calor de la olla permitiendo que el yogurt fermente)
A la mañana siguiente tendremos un litro de yogurt.
(Calcular siempre un vasito de yogurt por litro de leche)
graciasambar por la explicacion del yogurt..muy bien explicado y facil de hacer...
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